jueves, 20 de noviembre de 2014

Un admirador incondicional

El sábado 3 de octubre de 1970 fue reinaugurado el Nuevo Teatro Circo con el ballet de cámara de Pilar López. Ocurrió que en el patio de butacas, precisamente delante del cronista, se hallaba sentado un señor que aplaudía a rabiar en todo momento y arrastraba a todos los demás espectadores durante unos instantes. Al finalizar cada actuación y los aplausos del público, continuaban escuchándose los solitarios aplausos de este señor.  Al principio la gente pensaba que era un forofo, después que estaba de guasa, pero la explicación la tuvo cuando al terminó del espectáculo el cronista subió a los camerinos para charlar con Pilar López, encontrándose con este individuo que resultó ser el marido de la actriz.

 

martes, 28 de octubre de 2014

La Película Fantasma


Sucedió que durante los días 7, 8 y 9 de abril de la Semana Santa de 1941, en el diario “El Noticiero” salieron publicados unos llamativos anuncios, presididos por unos grandes cañones navales, del estreno en el Teatro Circo de la primera película rodada en Cartagena: “El crucero Baleares”:


                       ¡Gigantesca y heroica epopeya de la gloriosa Marina Española!

El crucero Baleares”

Primera grandiosa producción nacional.

El sábado de Gloria, día 12, estreno en el Teatro Circo.


Sin embargo, el 12 de abril, el día del estreno, se publicó en el mismo diario otro anuncio indicando que la película que se iba a proyectar era “Barrios de Nueva York”. ¿Qué había pasado?

Bastaron 48 horas para prohibir el estreno de esta película, pese a la expectación que se creó en torno a ella. Había muchas razones para que “El crucero Baleares” despertase interés en nuestra ciudad, pues los cartageneros lo consideraban como parte de su historia local. Pese a que aún no se sabe a ciencia cierta porqué se prohibió su proyección, lo cierto es que el primer largometraje rodado en Cartagena nunca llegó a ser estrenado.

 
 

martes, 20 de mayo de 2014

UN MONTAJE ACCIDENTADO


En el Antiguo Teatro Circo ocurrió que se recibió en cabina una película cuya copia estaba algo deteriorada y sin colas de identificación. Con el tiempo justo (y las prisas no son buenas consejeras), ocurrió que al proyectarse la supuesta segunda parte de la cinta uno de los protagonistas fallece y se ven escenas de un gran sentimiento por parte de sus compañeros. Cuál fue la sorpresa cuando, al iniciare la que por lógica debería ser el rollo siguiente, aparece dicho personaje en un bar tomándose alegremente algunas cervezas. Una vez subsanados dichos errores, en el descanso bajó el jefe de cabina, Juan Fernández González, y le preguntó al portero: “¿Se ha quejado algún espectador?”, a lo que respondió: “No. Solamente un señor ha dicho que la película es muy buena, pero que no ha terminado de comprenderla. Que volvería al día siguiente.”

martes, 13 de mayo de 2014

TRAMOYISTAS PRECIPITADOS



Como curiosidad, ocurrió que en el libreto del “Adiós Teatro Circo” estaba indicado que al finalizar la representación de “La Parranda” saldrían a escena los tramoyistas y dejarían totalmente desnudo el escenario; pues bien, esto se hizo, mas no precisamente al finalizar, sino por error, en el entreacto, viéndose obligados a montar de nuevo y con toda rapidez el decorado para que pudiese continuar la función. Por este motivo, el público pudo admirar la habilitad del personal técnico del teatro.
 
Alfonso Santos

miércoles, 7 de mayo de 2014

DON ERRE QUE ERRE


En cierta ocasión, el archifamoso concertista de piano Arthur Rubinstein fue contratado para dar un concierto en el Antiguo Teatro Circo. El alcalde de la ciudad estaba en uno de los palcos del proscenio, muy atento al desarrollo del concierto, aunque la música clásica no era su fuerte.


Al terminar una pieza de Chopin, el alcalde se dirigió al pianista diciéndole:

  • Maestro, toque “Las Golondrinas”

Rubinstein le dirigió una sonrisa y, naturalmente, siguió tocando temas de Chopin. Más tarde, durante el entreacto, el alcalde subió a saludar a Rubinstein, y éste le dijo:

  • Perdone señor alcalde, no he tocado la obra que me pidió porque “Las Golondrinas” es una obra para orquesta, no para piano.

El alcalde le puso la mano en el hombro con condescendencia y le sentenció:

  • No faltaba más, ya la aprenderá usted.

 
 
Alfonso Santos

lunes, 21 de abril de 2014

NACIÓ EN EL TEATRO CIRCO


Como curiosidad, el Cartagena F.C. nació en el viejo Teatro Circo. El Efesé se fundó en 1906 con el nombre de Sport Club Cartagena (en toda su larga vida ha mantenido el nombre, no así los variados apellidos tales como Sporting Club, Unión Deportiva, Club Deportivo, etc…) siendo el de “Efesé” por el que se le conoció últimamente. Este es el artículo que publicó el diario “El Eco de Cartagena” el 23 de septiembre de 1906:


En el salón de descanso del Teatro Circo se reunió ayer la junta general de la sociedad Sport Club Cartagena, aprobándose el reglamento y procediéndose a la elección de la Junta Directiva, la cuál quedó constituida de la siguiente forma:


Presidente: Miguel Sanz, Vicepresidente: Luis Cabrero, Secretario: Antonio Butigieg y Tesorero: Nicasio P. Santamaría”


Cartagena F.C. cumplió 90 años el 23 de septiembre de 1996 coincidiendo esta fecha con el triste hecho de su desaparición.

lunes, 14 de abril de 2014

HASTA LAS RATAS SALIERON A APLAUDIRLA


En cierta ocasión, actuando la compañía de Finita Rufett y Pepe Mairena ocurrió que, en plena actuación, a Finita le cayó una rata encima de la cabeza. Horrorizada, se fue corriendo y gritando hacia fuera del escenario y los tramoyistas se liaron a golpes con el bicho hasta que consiguieron ahuyentarlo. El cronista publicó al día siguiente el anecdótico hecho diciendo que tanto gustó la actuación de Finita Rufett que hasta las ratas salieron a aplaudirla.




martes, 8 de abril de 2014

Con una copa de más


Una noche estaba actuando en el Teatro Circo la compañía de Antonio Casal y Ángel de Andrés y entre el público empezó a murmurarse que Antonio venía un poco bebido. En un momento de la representación, el guión exigía que Casal se acostase en un diván colocado en escena. Se acostó y… ¡se quedó dormido!. Se organizó entonces en el teatro un pateo descomunal y fue preciso interrumpir la representación. Un rato después, Antonio Casal se recuperó de su indisposición y, puesto de rodillas en el escenario, pidió perdón con lágrimas en los ojos. Al día siguiente volvió a interpretar la obra, cuyos beneficios dejó íntegros para la Casa de la Misericordia.


Anécdota de Alfonso Santos

jueves, 6 de marzo de 2014

Un teatro de estrellas



Como dato importante en la historia del viejo coliseo, en el año 1935, medio siglo después de su inauguración, se produjo una profunda remodelación, siendo su nuevo empresario D. Ramón Minguell Carreras, dotando al local de todos los adelantos técnicos del momento. Cabe destacar la excelente idea que tuvo este empresario al contratar los servicios del excelente electricista Rafael Baillo Rosas, que fue el encargado de hacer posible una obra de arte en el techo del citado teatro.


Esta idea consistía en hacer infinidad de taladros en la escayola del cielo raso; a continuación, con innumerables trozos de hojalata, eran trabajadas en un yunque y atravesadas con una punta o clavo, dando un dibujo en forma de estrella. A continuación puso unas bombillas de señalización alimentadas con un autotransformador. Una vez terminado este extraordinario trabajo, daba la sensación de que los espectadores presenciaban las respectivas proyecciones bajo el firmamento lleno de estrellas, como si de una noche despejada se tratara. Como caso curioso ocurrió que, al inicio de la Guerra Civil, la primera bomba que cayó en Cartagena repercutió en el citado cielo raso, desapareciendo éste para siempre. Anécdota de Alfonso Santos


miércoles, 12 de febrero de 2014

Una chica con complejos

En cierta ocasión que actuaba una compañía de revistas en el antiguo Teatro Circo, una de las chicas del coro, que era de un pueblecito próximo a Torrevieja, era conocida con el apodo de “La Mondonguera”. Ella llevaba lo de este mote muy en secreto, para no perjudicar su imagen. Y como coincidencia, una de las canciones tenía un estribillo que decía así: “¿A que no saben como me llaman?, ¿A que no saben cómo le llaman?”, y un espectador de platea gritó con viva voz: “¡Te llamas la Mondonguera!”. Ella, ni corta ni perezosa, se acercó al proscenio, hizo una señal al director para que parara la orquesta y dirigiéndose al público dijo: “Veo que entre todos ustedes ha venido un hijo puta de mi pueblo…”.


Alfonso Santos

miércoles, 5 de febrero de 2014

SE ALEJA LA TORMENTA


   Merece la pena relatar lo ocurrido en el Teatro Circo con una compañía de zarzuela que representaba la obra “La Tempestad”. Al iniciar el preludio los cartageneros entendidos del género observaron que los músicos iban cada uno por su lado, como si hubiesen perdido las partituras, con un resultado desastroso. Pero cuando salió el barítono a interpretar la primera pieza, hizo buenos a los músicos, dado lo defectuoso de su interpretación.

   Cuando el barítono terminó pronunció la siguiente frase:
-         Se aleja la tormenta. Ha dejado de llover.
   Un espectador se levantó e invitó a los demás diciéndoles voz en grito:
-         ¡Pues vámonos aprovechando la clarita!

  


Alfonso Santos

lunes, 27 de enero de 2014

Anécdota de la proyección de King Kong

Seguimos con las anécdotas del Nuevo Teatro Circo de Alfonso Santos: La empresa del Teatro Circo, con motivo del estreno de la extraordinaria película “King Kong”, de Schoedsack y Cooper (1933) tuvo la idea de colocar en la Plaza de San Sebastián un farol con un globo de cristal en el que se leía el siguiente texto: “Teatro Circo, esta noche cine”. El reclamo se complementaba con una serie de bombillas que indicaban el camino al añorado teatro a través de las Puertas de Murcia y la calle Sagasta. Ni que decir tiene que esta iniciativa en aquellos años fue un éxito sin precedentes.

jueves, 16 de enero de 2014

¡Viva Cartagena!


   El Antiguo Teatro Circo de nuestros recuerdos merece pasar a la historia de Cartagena porque entre sus desaparecidas paredes está una gran parte de la sentimentalidad de la ciudad. Desde el 31 de mayo de 1879 en que abrió sus puertas con la compañía de zarzuelas de Juan de Cubas, interpretando “El Diablo en el Poder”, y complementando la velada “Un Verano en Cartagena”, de Enrique Soto Pedreño, con música de Manuel Nieto; hasta el 10 de febrero de 1968, en que bajó el telón para la construcción de un nuevo Teatro Circo.



¡VIVA CARTAGENA!

   Del viejo Teatro Circo se podrían contar muchas anécdotas, pero la más significativa fue la protagonizada por el tenor Mario Cruz. Ocurrió que Mario estaba interpretando una romanza de la ópera “Marina”, y al llegar a la nota más alta de la canción se le quebró la voz, escapándosele un sonoro gallo. Mario Cruz no se amedrentó, y sin dejar que el público reaccionara, gritó con toda la fuerza de sus pulmones: “¡Viva Cartagena!”. Acto seguido, el respetable estalló en una cerrada salva de aplausos.

   Mario Cruz escribió de su puño y letra esta graciosa octava:


¡Viva… viva Cartagena!
Grité mi gracia fina
Apareciendo en la escena
En un acto de Marina.
Hoy calmoso, premedito
Que mi frase fue muy buena
Y a voz en grito repito:
¡Viva… viva Cartagena!


Mario Cruz (05-02-1927)



Alfonso Santos