Merece la pena relatar lo ocurrido en el
Teatro Circo con una compañía de zarzuela que representaba la obra “La
Tempestad”. Al iniciar el preludio los cartageneros entendidos del género
observaron que los músicos iban cada uno por su lado, como si hubiesen perdido
las partituras, con un resultado desastroso. Pero cuando salió el barítono a
interpretar la primera pieza, hizo buenos a los músicos, dado lo defectuoso de
su interpretación.
Cuando el barítono terminó pronunció la
siguiente frase:
-
Se aleja la tormenta. Ha
dejado de llover.
Un espectador se levantó e invitó a los demás
diciéndoles voz en grito:
-
¡Pues vámonos
aprovechando la clarita!
Alfonso Santos
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