lunes, 21 de abril de 2014

NACIÓ EN EL TEATRO CIRCO


Como curiosidad, el Cartagena F.C. nació en el viejo Teatro Circo. El Efesé se fundó en 1906 con el nombre de Sport Club Cartagena (en toda su larga vida ha mantenido el nombre, no así los variados apellidos tales como Sporting Club, Unión Deportiva, Club Deportivo, etc…) siendo el de “Efesé” por el que se le conoció últimamente. Este es el artículo que publicó el diario “El Eco de Cartagena” el 23 de septiembre de 1906:


En el salón de descanso del Teatro Circo se reunió ayer la junta general de la sociedad Sport Club Cartagena, aprobándose el reglamento y procediéndose a la elección de la Junta Directiva, la cuál quedó constituida de la siguiente forma:


Presidente: Miguel Sanz, Vicepresidente: Luis Cabrero, Secretario: Antonio Butigieg y Tesorero: Nicasio P. Santamaría”


Cartagena F.C. cumplió 90 años el 23 de septiembre de 1996 coincidiendo esta fecha con el triste hecho de su desaparición.

lunes, 14 de abril de 2014

HASTA LAS RATAS SALIERON A APLAUDIRLA


En cierta ocasión, actuando la compañía de Finita Rufett y Pepe Mairena ocurrió que, en plena actuación, a Finita le cayó una rata encima de la cabeza. Horrorizada, se fue corriendo y gritando hacia fuera del escenario y los tramoyistas se liaron a golpes con el bicho hasta que consiguieron ahuyentarlo. El cronista publicó al día siguiente el anecdótico hecho diciendo que tanto gustó la actuación de Finita Rufett que hasta las ratas salieron a aplaudirla.




martes, 8 de abril de 2014

Con una copa de más


Una noche estaba actuando en el Teatro Circo la compañía de Antonio Casal y Ángel de Andrés y entre el público empezó a murmurarse que Antonio venía un poco bebido. En un momento de la representación, el guión exigía que Casal se acostase en un diván colocado en escena. Se acostó y… ¡se quedó dormido!. Se organizó entonces en el teatro un pateo descomunal y fue preciso interrumpir la representación. Un rato después, Antonio Casal se recuperó de su indisposición y, puesto de rodillas en el escenario, pidió perdón con lágrimas en los ojos. Al día siguiente volvió a interpretar la obra, cuyos beneficios dejó íntegros para la Casa de la Misericordia.


Anécdota de Alfonso Santos