La última actuación que tuvo la entrañable Rafaela Aparicio en el Teatro Circo fue el miércoles 22 de mayo de 1991 con la obra titulada La abuela echa humo. Ocurrió, como tantas otras veces, que los técnicos del teatro le cedan gentilmente su cuarto de maquinaria para que la buena de Rafaela no tuviera que subir ni bajar escalón alguno, y le era habilitado un camerino provisional. Cuando tena que salir a escena, vino muy apurada la señora que estaba a su servicio, diciendo que Rafaela se haba quedado encerrada en el camerino y que no atinaba a abrir la puerta. Inmediatamente acudimos a socorrerla, y el regidor de la compañía miró a través de la mirilla y vio con asombro que estaba subida en una silla plegable. Este hombre le indicó que se bajara, pues era muy peligroso. Sin mediar palabra, retrocedió unos metros para coger impulso y forzar la puerta. En ese mismo instante, la actriz consiguió abrirla y este hombre no pudo frenar y se vino a dar con la pared de enfrente. Rafaela, en ese momento, dijo: ¡Caramba, qué rápidos son los empleados de este teatro!. Nuestro recuerdo a la extraordinaria actriz Rafaela Aparicio, a la cuál recordamos con mucho cariño y afecto todo el personal del teatro.
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